CODIGO 32
El lenguaje y la conducta de Hipólito es espontánea, natural y sin planificación, por lo que con sus últimos pronunciamientos y actitudes el expresidente no busca afectar la figura del candidato del Partido Revolucionario Moderno (PRM) Luís Abinader, como quieren hacer valer los peledeístas.
Por Arturo Taveras
(Fragmento del Libro Las Vainas de Papá: léxico y ocurrencias de un presidente)
Papá o el guapo de Gurabo, como le apodan al ex presidente dominicano (2000-2004) ingeniero agrónomo Rafael Hipólito Mejía Domínguez, ha sido un hombre exitoso en sus empresas, sencillo, buen amigo, padre ejemplar, serio, sincero, con vasta experiencia social y política, hablante de dos idiomas: el español y el inglés, estadista y ducho en el manejo de la idiosincrasia del dominicano.
Sin embargo, todo ese bagaje en su intelecto difiere mucho de sus actuaciones espontáneas y del lenguaje que utiliza como político, como hombre de negocios y como ente social. Muchas veces actúa sin pensar en las consecuencias de sus acciones y habla sin cuidar el contenido de sus palabras y al hacerlo, echa por tierra la grandeza que le cobija. Pero esa es su forma natural de ser, sin máculas ni malas intenciones.