Exaltan al Salón de la Fama a estilista dominicana en Nueva York

CODIGO 32

Por  Rey Arturo Taveras  

HAVERSTRAW, N.Y. La estilista, empresaria y dirigente comunitaria Carmen Tavárez Gil fue reconocida como miembra del Salón de la Fama Dominicana en Estados Unidos por ser una líder comunitaria que ha hecho grandes aportes a esta villa estadounidense y a sus pueblos de Canca Piedra y Tamboril, en República Dominicana.
  El certificado de reconocimiento fue recibido por Carmen Tavárez el pasado domingo 11 de Setiembre  de parte del Comité ‘’Dominican Hall of Fame’’, en un acto celebrado en el salón de belleza de la homenajeada en Havestraw.

En la ceremonia  de reconocimiento el  presidente de la entidad, Félix Jerez Sala,  destacó la importancia de los  aportes sociales que durante 20 años consecutivos ha hecho Tavárez a la Villa de Havertraw y a las personas de escasos recursos en República Dominicana, así como a instituciones sin fines de lucro con las que colabora.

Al evento asistió una comitiva del comité ‘’Dominican Hall of Fame’’, desde Manhattan,  así como parientes, amigos, clientes y relacionados de la líder comunitaria, quien agradeció el homenaje recibido y lo dedicó a todas las personas que siempre la han apoyado en su tarea de servir a los demás, pero en especial a su difunta madre Justa Molina, cuyos recuerdos afloraron a su mente cuando pronunciaba el discurso de agradecimiento y le arrancaron amargas lágrimas que rodaron tristes por su mejillas y atragantaron sus palabras pero la presencia de su padre, que se le hizo a su lado, calmó la turbulencia de sus recuerdos.

Desde niña, Carmen Tavárez ha estado ligada a las actividades sociales y comunitarias en su comunidad de Canca la Hoya, Tamboril, donde hizo teatro y fue una miembro activa de la comunidad laica de la iglesia católica entre cuya feligresía  desarrolló el altruismo que la caracteriza, afianzado por la fe y el amor al próximo que atesora en su corazón.

Luego Carmen emigró a Estados Unidos y se estableció junto a su padre Juan Tavárez, su esposo y sus hermanas en la villa de Havertraw, ciudad donde siguió desarrollando sus trabajos comunitarios y donde con esfuerzos y duro trabajo estableció  su negocio propio, el cual sirve de aporte al desarrollo local.