La Carretilla de Talúa Hilario

CODIGO-32-SIPRED Por Rey Arturo Taveras DATOS: Pedro López Tamboril, pueblo alegre y trabajador, vio nacer y crecer a Talúa Hilario, un hombre sencillo como la hierba silvestre y fuerte como un roble centenario. Fue, para quienes lo conocieron, un compañero fiel de la tierra, que compartía su aliento con cada amanecer del campo. Talúa Hilario vivió como obrero de la construcción, cavando zanjas, pozos sépticos, hoyos de letrina, tumbando palmeras y arrancando raíces profundas para allanar el terreno de futuras edificaciones. Removía troncos de árboles antiguos con la fuerza de un toro, como si estuviera liberando secretos ancestrales de la montaña. Decían que la tierra misma lloraba de alivio cuando él terminaba el trabajo, porque era tan respetuoso con el suelo como con su propia sombra, cuando lo perseguía bajo el candente sol. Cada surco que abría era una caricia al corazón del mundo y cada puñado de tierra levantado, una ofrenda de esfuerzo y esperanza. La historia más con...