LISBOA, PORTUGAL.-En su más reciente periplo por Europa, donde celebra su cumpleaños junto a su madre, el periodista, empresario y escritor de Tamboril Johan Rosario encontró los elementos que desmontan la historia del origen del nombre de este municipio de la provincia de Santiago, primada de América.
Al asistir a un restaurante de Lisboa, Johan y su madre se encontraron en el menú que le presentaron que en la carta había una “sopa o chambre”, muy dominicano para ser acompañado con un cereal llamado “Arroz de Tamboril”.
Johan explica que al ver el nombre de tan exquisito plato y al comerlo sintió el sazón latino y se lanzó a investigar el por qué el nombre de “Arroz de Tamboril”, recibiendo como respuesta que proviene de un pueblo de Galicia, España, que lleva el nombre de “Tamboril”.
El inquieto periodista siguió investigando y supo que, además del Tamboril de Galicia y el de República Dominicana, en Brasil hay también otro pueblo que lleva ese nombre.
Cómo hombre ducho en el conocimiento de la historia universal, Johan entendió que si el nombre de la mayoría de los pueblos del Nuevo Mundo son en alusión a ciudades europeas, por qué el nombre del Tamboril de Santiago de Los Caballeros lo sacan del contexto de los orígenes de los pueblos de América.
Dijo no entender ni conocer la lógica de sustentación del origen del nombre de Tamboril, expuesto por algunas personas de este municipio que presentan en libros que han escrito argumentos sin explicar la razón de los mismos y que atribuyen el origen de su nombre a un río que suena como la música de un Tamboril.
Estableció que los conquistadores europeos trajeron sus culturas y sus sentimientos, añoranzas y el nombre de sus pueblos a América, lo que explica su curiosidad al encontrar el mismo sazón dominicano en Lisboa y lo que abre la teoría de que el nombre de Tamboril haya sido traído por los colonizadores desde España.
“Si bien existen varias teorías que intentan explicar dicho origen, ninguna de ellas, desde el punto de vista científico, puede considerarse definitivamente cierta por no existir las pruebas que la validen” subrayó Johan Rosario.
Dijo que en la primera de esas teorías se establece que “en tiempos muy remotos residían en esta zona unos indios que solían divertirse haciendo sonar unos tambores cuya música se esparcía por toda la comarca”.
Siguió explicando que en una segunda versión da cuenta que, “en una oportunidad, las huestes españolas dirigidas por Gines de Gorvalán, al pasar por esta zona o por lo que para aquella época no era más que una humilde aldea indígena, decidieron acampar aquí y construyeron sus casas de campaña en la orilla de un arroyo que descendía de la cordillera septentrional. Que ese arroyo, al llegar a la parte llana, formaba un pequeño charco o poza al cual iban a parar las piedras arrastradas por la corriente. Y que esas piedras, al caer en el charco, producían un extraño sonido que al ser escuchado por uno de los españoles acampados, hizo que este exclamara bastante sorprendido: ¡Suena como un tamboril!”
Concluyó dando a conocer “La tercera versión que sostiene que por una de las comunidades cercanas, específicamente Haina, cruzaba un río cuyas aguas, al chocar con unas rocas situadas al fondo de una pendiente, producían un sonido similar al de un tambor, dando lugar, este fenómeno natural, al nombre de Tamboril”.
