Los primeros censos de la humanidad fueron ordenados por Dios a Moisés

CODIGO32-SIPRED Por Rey Arturo Taveras Desde las arenas ardientes del desierto hasta los corredores digitales del siglo XXI, el ser humano ha sentido la necesidad, casi mística, de contar para establecer cantidades y fortalezas o debilidades. Contar personas, tierras, animales, monedas, riquezas, etc, es tan antiguo como la humanidad misma: contar para saber, gobernar y poseer. Pero el primer gran censo no fue idea de emperadores ni de burócratas, sino un mandato divino de Dios, quien, en los albores del Antiguo Testamento, pidió a Moisés que contara a su gente, por sexo y edad. Resulta ser una paradoja sublime, el que desde el cosmos infinito sea ordenando el conteo de los finitos en la tierra, por parte de un Dios sabio pidiendo números de su rebaño a un pastor convertido en líder. En el libro bíblico de Números, los censos de Moisés “en el desierto”, más que un inventario militar de un pueblo es un poema de organización, ...