Las actuales autoridades de Tamboril mantienen al municipio como a una prostituta, vestida con traje de seda y exhibida tras una cortina de humo, luces y espectáculos para ocultar grandes males en su interior, los que que afectan a la población como son la corrupción administrativa, el abandono de los campos, el desamparo de los jóvenes, las mujeres y los ancianos, así como la falta de la recogida de la basura y el aumento de la delincuencia con secuela de robos y atracos a todas horas del día, etc...