POR RAMÓN MARTÍNEZ
NEW YORK.– En casi todos los políticos del mundo, estar permanentemente en el poder o ser figuras centrales es una peligrosa, criticable y condenable adición.–
En muchos ascender o mantenerse en el poder es como iniciarse en el consumo, tráfico o venta de drogas no lo quiere dejar, aunque para seguir en ese renglón tenga que pedir, robar, traicionar y hasta matar.–
La ambición en el mundo de la política es una de las peores lacras porque vía a ella se comete todo tipo de errores que quienes lo fomentan y por estar en el poder no ven o no aceptan lo que provocan.–
Desde el tiempo de Pedro Santana, hasta los de hoy se mantiene esa puja, inclusive en en las últimas décadas este fenómeno está más enraizado y con poca esperanza de ser contenido.–
En la actualidad vemos que muchos provocando todo tipo de confrontación, divisiones o daños quieren seguir en sus puestos.– Sus gulas no tienen límites.–
Peor situación se ve en los grandes líderes, quienes después de estar, abusar y hasta aprovecharse del poder por muchísimos años siempre tienen viva la llama de querer volver a manejar el vehículo que le dejó muchos beneficios.–
Es condenable, pero muy lamentable, recordar que lo que se está viviendo en el mundo de hoy, en el sentido de que muchos se estén moviendo o comprando “casa política” fue instaurado con mayor fortaleza por la generación que se desarrollo en la década del 90.-
Da una rabia observar que los tradicionales partidos, que agotan una etapa y se le apaga su mecha, y vía la aceptación de todo tipo de oportunistas o tránsfuga sigan con la idea de mantenerse en el poder a como de lugar.–
Lo que se vive hoy para ciertos entendidos es normal.– Hemos cambiado muy poco y no se puede esperar mucho porque los estudiantes de los profesores del 1996 y el del 2012 aprendieron la lección.–
De acuerdo, pero my criticable, condenable –pero entendible– que los de ahora sea como el lecho de una presa, que al fin de “mantenerse llena de agua“ reciba todo tipo de “líquido político“.–
El transfuguismo hace daño y mucho a los que nacieron, crecieron y se desarrollaron en ciertas entidades, pero algunos opositores no tienen razón o moral para condenar que parte de sus miembros y figuras se estén yendo hacia otros lares.–
La historia es muy reciente y nos recuerda que ellos para mantenerse en el poder hicieron y más de lo que supuestamente se está haciendo hoy.–
Analicen esto, talvez, este simple mortal este equivocado.–
