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viernes, 12 de noviembre de 2021
INTRANT pacta alianza con Asociación de Cigarros y Tabacos
La Casa de Horacio Vásquez, un patrimonio cultural atrapada en el abandono
Sin vida y en silencio, arropada por el polvo y la
basura, atrapada en el espacio y el tiempo y con la sombra y la ceguera cerebral
de las autoridades como castigo, yace en Tamboril como una joya arquitectónica olvidada
en el caparazón del pueblo la casa que fue refugio del ex presidente Horacio
Vásquez y de su esposa Trina Moya de Vásquez.
Volando por encima de los 115 años de construida, la
casa donde vivieron los últimos años de su vida el expresidente de la República
Dominicana Horacio Vásquez y su esposa, la poeta, autoría del himno a las
madres, doña Trina Moya de Vásquez, se cae a pedazos ante la mirada indiferente
de las autoridades municipales y Culturales del gobierno central.
La fuerza presencial del imponente estilo victoriano
se percibe en la madera muerta, pero muy pocas personas aprecian su belleza y
su valor histórico.
La casa de Horacio forma parte del invaluable
Patrimonio Cultural dominicano, en especial del pueblo de Tamboril, tierra del
laureado poeta Tomás Hernández Franco y de otros grandes hombres y mujeres que
se han destacado en el arte de las letras, la política, la música, el teatro las
ciencias, la economía y en otras áreas del saber humano.
En una casa inmensa, con un patio que besa el rio
Licey, la cual está en mano de la iglesia católica y ella funciona una escuela
laboral, de arte y costura, conocida como Corazón de Jesús, pero permanente la
convierte en ruina y nadie se preocupa por su deterioro.
La ignorancia poblacional y el desinterés
gubernamental han dejado perder las pertenencias que poseía la pareja antes de
morir, entre ellas la caja fuerte de Horacio, una bañera, su cama y otros
objetos que han desaparecidos o lanzados a la basura.
En esa casa esta sepultado el amor que tuvo por Tamboril Horacio Vásquez, quien nació en Moca, pero acogió la pajiza aldea de Tomás Hernández Franco para terminar de vivir su vida.
La vivienda fue donada a la iglesia católica por
Toñita Moya, hija de crianza de Horacio y su esposa Trina Moya, lo que no es un
obstáculo para que la casa sea un patrimonio cultural que debe ser preservado.
Tantos síndicos que han pasado por este pueblecito y
nunca a nadie le ha dolido este orgullo nacional y que está en Tamboril,
comenta Rodríguez.
Con múltiples pasillos laterales, puertas inmensas y
amplio patio la casa de Horacio era considerada un palacete en su época y en
esta vivió la pareja los últimos años de su vida prácticamente exiliados por el
gobierno de Trujillo.
La casa es un verdadero tesoro por la amplitud de sus
espacios, su piso en madera, las reliquias que conserva en el interior como su
cocina, los cuartos y el frente con unos taburetes poco comunes en la
arquitectura de hoy.
Se dice que Vázquez se mantuvo recluido en esta casa
hasta su fallecimiento en 1936.
Horacio Vásquez vivió en esa casa rodeado de una
pequeña escolta personal que le fue fiel hasta la muerte. Vázquez se mantuvo
recluido en su casa de tamboril hasta su fallecimiento en 1936.
Sus restos fueron enterrados en la iglesia ubicada en
la calle Real número 97