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miércoles, 17 de mayo de 2023

Saneamiento arroyo Gurabo, un Burro Flaco que no resiste dos viajes

CODIGO 32

‘’Burro Flaco no da dos viajes’’,  mucho menos si lleva sobre sus hombros una carga pesada, reza un refrán  que encierra un  “dicho agudo, sabio  y sentencioso de uso común,  expresión que emerge de la sabiduría popular”, lo que  se aplica al saneamiento del arroyo Gurabo de Santiago, el cual lleva una carga de  una inversión superior a los 1,500 millones de pesos, pero se aprecia que los trabajos del mismo están paralizados como un burro flaco.

Esa  manifestación de la filosofía de la vida, con la rudeza del hablar común, que recoge los resultados del crisol de una obra que tiene una descripción con  ribetes de rostro humano, constituye  una carga económica para el Estado dominicano que no se justifica con el trabajo realizado, en sus inicios.

El resultado de la construcción de la primera etapa del proyecto resulta  inverosímil,   a la luz de los expertos en ingeniería, porque en comparación con el dinero  invertido es mayor la carga económica que pesa sobre el Estado que los pasos  dados por  un burro flaco, del cual  no se espera pueda dar dos viajes con una carga tan pesada y dispareja, pero apetecida por muchos ambiciosos.

Parece que el jinete responsable de la marcha de la  obra se encuentra agachado bajo la sombra oscura de los acuerdos público-privados  y cuyo compromiso  se oculta entre paredes de oficina, para disfrazar  la carga monetaria que cae en las cuentas bancarias de  las  arcas financieras de la empresa contratante.

El gobierno ha definido el  proyecto  como una obra de rostro humano y ecológico, lo que se conjuga con la parte del cuerpo de una doncella  definido como  cara, la más pequeña, visible y atractiva de las féminas ante los ojos de los demás, la que no se puede cubrir ni ocultar, por lo que es disfrazada con pinturas de colores para  el engaño de lo que oculta el cuerpo. Es lo que ocurre con la primera etapa del saneamiento del Arroyo de Gurabo, el cual esconde grandes debilidades y fealdades a la población que se siente admirada y a traída por tan deslumbrante proyecto.

Es que el saneamiento del Arroyo Gurabo se define como la panacea y el orgullo del presidente Luís Abinader para sellar su triunfo electoral en Santiago, Ciudad donde su popularidad electoral no cuadra con la inversión que realiza su gobierno.

Con la lentitud que presenta la marcha de  los trabajos de la obra, con la flaqueza  y debilidad que se aprecia y la carga de la  inversión, podría el  proyecto quedarse a medio construir y por eso se realizó el maquillaje en la cara de la obra, mientras que en la extensión del cuerpo cunden los problemas que afectan a más personas que las ya desalojadas.

En el discurso de inauguración de la primera etapa del plan que busca rescatar y lograr sanear la fuente acuífera, el presidente Luis Abinader   proclamó que el proyecto  “Tiene varias vertientes, ya que no solo resuelve un problema medio ambiental, sino que es un proyecto de mejoramiento social y de lucha contra la delincuencia”.

Pero las  palabras del mandatario parecen haber caído en el vacío, porque la obra luce estancada y camina como el burro flaco con la pesada y  anhelada carga de 1,500 millones de pesos, resbalando y dejando majaderos que demuestran que sería ‘’ más la sal que chivo’’ y que las palabras del mandatario no se han conjugado como manda la  inspiración  y pasión del jefe de Estado.