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jueves, 8 de abril de 2010

Depresión mata a 12 damnificados de Carlos Díaz, en Tamboril

CODIGO 32
Unas 12 personas damnificadas de la colapsada comunidad de Carlos Díaz del municipio de Tamboril, en la provincia de Santiago, han muerto a causa de la depresión que sufren por la impotencia de haber perdido sus casas, predios agrícolas y animales y no tener no donde vivir.

Así lo informó José María Cruz Luna, coordinador del Comité de Lucha en Defensa de los damnificados de Carlos Díaz, quien identificó a los fallecidos como Manuel Antonino Rodríguez, Elíseo López, Rafael céspedes (fellito el carnicero), Antonio Céspedes (Carpio), Secundino Veras, Leonte Méndez, Juan Evangelista López (Chachita), Francisco Lora, Virgilio Céspedes y Justo Collado.

Luna explicó que la mayoría de las personas fallecidas pasaban de los 50 años y padecían de multi0ples achaques pero que la salida de su habitad y el sufrimiento causado por la desesperación de no saber cuándo ni donde serán reubicado aceleró su muerte.

Dijo que ante la incertidumbre que viven, los damnificados de Carlos Díaz hicieron pública una carta en la que apelan a la conciencia y al sentido humano del presidente de la República, Leonel Fernández, para que disponga la construcción del proyecto habitacional donde ellos serán reubicados.

En la carta, las familias afectadas por los deslizamientos ocurridos el 9 de febrero del pasado año 2009, explican al jefe del Estado Dominicano que tras perderlo todo en aquella catástrofe están sufriendo la odisea de estar sin trabajo y vivir en casas alquiladas o arrimados en viviendas de amigos y parientes.

Tras explicar el sufrimiento que están padeciendo los damnificados de Carlos Díaz también solicitaron a todos los sectores de la sociedad acudir en su auxilio para entre ellos pueda renacer la paz, la tranquilidad y la felicidad de que gozaban en su desaparecida tierra.

La depresión un mal que mata poco a poco

—Lic. Ledia Gutiérrez Lanzas— Psicóloga Clínica

La soledad, el temor al futuro, los contratiempos de la vida, incluso los cambios de estación, pueden habernos hecho sentir faltas de energía, sin fuerzas para levantarnos, con dificultades para concentrar nuestra atención.

Las Depresiones representan el área más importante de los trastornos afectivos y suponen, junto con los trastornos de ansiedad, las alteraciones mentales más frecuentes. Además, por las importantes repercusiones personales, sociales y asistenciales que acarrean, constituyen uno de los principales problemas de la salud mental.

El término trastorno depresivo mayor, indica un típico episodio depresivo y que se caracteriza por un descenso diario del humor o de la capacidad para experimentar placer. También se reduce el interés en las actividades de la vida diaria, hay cambios en el apetito y en el peso, se presentan trastornos del sueño, agitación o lentitud psicomotora, por ejemplo, al caminar o realizar cualquier actividad de movimiento, hay síntomas de fatiga o pérdida de energía, disminuye la concentración, aparecen pensamientos recurrentes de muerte o suicidio, etc.

El diagnóstico de la Depresión sigue siendo fundamentalmente clínico, se basa en la exploración del paciente para identificar los síntomas depresivos.

Estos son muy variados: tristeza, incapacidad para disfrutar de las actividades que anteriormente eran placenteras, irritabilidad frecuente, insomnio, bajo cualquiera de sus modalidades, disminución del apetito, pérdida de vitalidad, falta de energía y del impulso sexual.

Las Depresiones suelen manifestarse también en una inquietud motora, lo que es más común en la tercera edad, o en una conducta agresiva, que puede oscilar desde el simple deseo de morir, a las tentativas suicidas. Aparecen asimismo pensamientos obsesivos acerca de sucesos banales cotidianos o de problemas concretos.