El Dr. Félix de Jesús Caraballo, el médico del pueblo, agradece reconocimiento
“Tras ser acogido como hijo adoptivo de Tamboril, el Dr. Félix de Jesús Caraballo Paulino, como un faro de luz en la medicina y el altruismo, agradeció ser reconocido como hijo distinguido de Tamboril y considerado como el médico del pueblo”
BIOGRAFÍA
Nacido en la esplendorosa comarca de San Víctor, un 18 de febrero de 1970, Félix de Jesús Caraballo Paulino llegó al mundo como un destello de esperanza, destinado a marcar huellas imborrables en la historia de la medicina y la humanidad.
Su infancia transcurrió en un hogar donde los valores fueron el cimiento de su carácter, guiado por la sabiduría de su padre, Jesús María Caraballo, un educador ejemplar, y el amor inquebrantable de su madre Mónica Antonia Paulino.
Como un río que encuentra su cauce, su vida lo condujo a Tamboril, un pueblo que, con los brazos abiertos, lo recibió primero como visitante y luego como hijo adoptivo, hasta arraigarlo en su alma colectiva y nombrarlo el médico del pueblo.
En Tamboril, su vocación altruista floreció como el árbol robusto que se aferra a la tierra, brindando frutos, sombra y alivio al cuerpo y al alma de quienes más lo necesitan.
Desde joven, abrazó la disciplina del deporte, comprendiendo que el cuerpo es el templo del alma y que una mente sana requiere un equilibrio entre el conocimiento y la vitalidad física.
Como un atleta que enfrenta el desafío de la montaña, escaló peldaños con determinación, alcanzando la cima académica en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, su alma mater, donde con esfuerzo y perseverancia logró su título de Doctor en Medicina.
No se conformó con ello y, como el mar que se expande sin límites hacia tierra firme, continuó su formación con una especialización en Epidemiología y una maestría en Salud Pública, preparándose para servir con mayor entrega a su pueblo y hacer valer el pisoteado juramento hipocrático.
Su amor por la medicina convirtió su oficio profesional en un sacerdocio que ejerce con altruismo y compromiso sociales, relegando a un estado sin importancia el interés mercurial
En el Hospital Arturo Gullón, su bata blanca, más que un uniforme, fue el estandarte de una vida dedicada al bienestar de los demás.
Cada paciente que atiende, cada vida que mejora, es un poema silencioso escrito con la tinta de la compasión y el amor al prójimo,
Un legado de amor y servicio
La grandeza de un hombre no solo se mide por sus logros, sino por el amor que siembra a su alrededor.
En el hogar, su esposa Katty Martínez y sus hijos Liban, Katherine, Scarlett y Liah son el reflejo de su entrega y ejemplo de su devoción por la filantropía.
Como un arquitecto de sueños, construye con ellos un legado de integridad, esfuerzo y amor inquebrantable.
El Cabildo y la sociedad civil de Tamboril han reconocido en él a un hijo adoptivo meritorio, una estrella que brilla con luz propia en el firmamento de los hombres de bien.
Su nombre está grabado en la memoria de un pueblo agradecido, porque honrar honra, y por eso , con el corazón henchido de orgullo, Tamboril se inclina reverente ante su noble estirpe.
Más que un médico, el Dr. Félix de Jesús Caraballo Paulino es un faro en la tormenta, un río de esperanza en el árido paisaje de la necesidad, un sembrador incansable de bienestar.
Su vida es testimonio de que el verdadero éxito no está en lo que se posee, sino en lo que se entrega.
Así, Tamboril lo acoge como suyo, no solo en el presente, sino en la eternidad de su historia.
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