Alcaldía de Canca la Piedra abandona construcción puente y carga responsabilidad a Juntas de Vecinos

CODIGO-32-SIPRED

D.M, Canca la Piedra, Santiago-La Dirección de la Junta Distrital de Canca la Piedra, con Ramón Lisandro de la Cruz (Liso), a la cabeza, ha decidido desligarse de su responsabilidad en la construcción del esperado puente sobre la carretera nueva, en la entrada del Chorro, La Lomita.

En un giro inesperado, la carga de la obra, que debía haber sido asumida por las autoridades locales hasta que sea concluida, ha sido entregada a las Juntas de Vecinos del área.

El compromiso inicial de la Junta Distrital fue una promesa de progreso para la comunidad, pero ahora se diluye como el agua que se escurre entre los dedos del alcalde para limpiar sus manos de promesas incumplidas.

Para tal fin, se destinó una partida de 700 mil para este año 2025, de los cuales fueron entregados solo 600 mil pesos, de un total de 3 millones 500 mil pesos, presupuesto aprobado en 2020 para dicho puente, una obra que, sorprendentemente, no ha avanzado en su construcción, quedando a la luz como un resto fácil de una alcaldía inoperante.

Los vecinos, que con esperanza recibieron el inicio de la obra, hace 5 años,  se han visto obligados a asumir el rol que la autoridad local ha abandonado, para cuyos fines han tenido que recibir el auxilio de un ingeniero del lugar.

Enfrentando la inercia administrativa, las Juntas de Vecinos han decidido velar por el progreso de la construcción del puente y cargar con los costos adicionales, buscando la ayuda para continuar con los trabajos y cubrir los gastos derivados de los 600 mil pesos que, a todas luces, son insuficientes.

La Junta Distrital había prometido un avance continuo y el cumplimiento de los estándares más altos de calidad del viaducto sobre el rio Canca. Sin embargo, ahora parece que las promesas se desvanecen, como una sombra que se aleja al atardecer.

La comunidad espera, como el río que se detiene ante el obstáculo, que las promesas hechas de seguir desembolsando los recursos presupuestados para el puente no se queden en simples palabras vacías, y que el puente, al fin, cruce el abismo entre la esperanza y la realidad.