León XIV coincide con Trump y Putin: “Solo hay dos géneros”
“En la voz del Papa se ha escuchado el eco de los viejos tronos, donde hombre y mujer se abrazan para crear la familia”
En un mundo donde la brújula moral gira al compás de los nuevos vientos, el Papa León XIV ha escogido mirar al pasado, invocando una concepción de familia tan antigua como las piedras de San Pedro: la unión “entre el hombre y la mujer”, coincidiendo con la posición de los presidentes Donald Trump de Estados Unidos y Vladimir Putin de Rusia, quienes se oponen a la existencia de otros géneros.
Como un trueno que sacude las bóvedas del Vaticano, las palabras del papa León XIV resuenan más allá del mármol y el incienso, provocando un sísmo que agrieta la continuidad pastoral entre su pontificado y el de su antecesor, Francisco.
El nuevo Pontífice ha alzado su báculo como un centinela que guarda las murallas de una doctrina férrea, donde no caben otras formas de amor ni otras expresiones de identidad de familia, como base de la procreación.
Al afirmar que “la verdadera familia” es aquella compuesta por hombre y mujer, León XIV traza una línea divisoria con Francisco, el Papa que abrió ventanas al diálogo con los excluidos, al tiempo que extiende la mano ideológica hacia los baluartes del conservadurismo mundial: Donald Trump y Vladímir Putin.
Como ecos de un concilio no escrito, la coincidencia ideológica del del Santo Padre con estos dos líderes no puede pasar desapercibida.
Trump, con su cruzada contra los derechos LGBTQ, en Estados Unidos, y Putin, con sus leyes que criminalizan la diversidad sexual en Rusia, parecen más cercanos al Vaticano que muchas familias reales que, aún sin ajustarse al molde tradicional, viven en el amor, la dignidad y la fe.
Pero en medio de esta tormenta doctrinal, León XIV también llama a la paz, con su discurso ante los representantes de 184 países clama por el fin de los conflictos, por el remedio de las desigualdades globales, por una sociedad menos fragmentada.
Sus palabras, revestida de solemnidad, han sido como un viento de invierno que sopla en sentido contrario al deshielo que comenzó Francisco.
En su opinión sobre la familia, el santo padre ha hecho una declaración de guerra simbólica en una época donde las batallas ya no se libran con espadas, sino con discursos.
Lo cierto es que en su defensa de una visión única de familia, León XIV ha plantado su bandera en un terreno que no solo divide teológicamente a los fieles, sino que lo alinea con liderazgos que han hecho de la exclusión una política de Estado.
La Iglesia, en su misterio, siempre ha oscilado entre el dogma y la compasión, en el nuevo papado ese péndulo parece inclinarse hacia lo primero.
Mientras tanto, millones de creyentes, padres solteros, madres lesbianas, parejas homosexuales, abuelos que crían nietos. se preguntan si aún tienen un lugar en la mesa del Reino de Dios.
Siendo la familia “la verdadera sociedad”, convendría recordar que no todos los hogares caben en una sola forma, sino en la pluralidad.
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