Johan Rosario apoya decisión de Trump de prohibir hombres en baños de mujeres

CODIGO32-SIPRED

Por Rey Arturo Taveras 

El empresario, periodista y escritor dominicano Johan Rosario volvió a estremecer las redes sociales con una declaración que muchos han calificado de valiente,  frontal y decidida. 

Desde su plataforma digital, Rosario expresó su respaldo al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la controversial decisión de prohibir el uso de baños públicos femeninos por personas transgénero. 

“¿Por qué apoyo a Trump en su decisión de prohibir que hombres con sus partes pudendas colgando entren a baños de niñas?”

Una pregunta que, más que una interrogante, se sintió como un aldabazo en las puertas del debate moral y político de nuestros tiempos de libertades sin frenos. 

Rosario no se quedó en lo superficial del tema y su discurso, salpicado de metáforas morales y convicciones éticas, fue más allá de la coyuntura creada por la prohibición de Trump a los transgéneros.

“Condeno y me opongo al exhibicionismo y la lascivia en espacios públicos, cometidos en nombre de una mal llamada diversidad y de un falso progresismo”, escribió, en clara alusión a prácticas que, según él, atentan contra la inocencia de niñas, niños y el sentido común colectivo.

“Tengo amigos homosexuales a quienes respeto y valoro sinceramente”, puntualizó Rosario, despejando cualquier sombra de intolerancia o prejuicio.

 “Son personas decentes, trabajadoras, que viven su orientación de forma responsable y sin hacerle daño a nadie, manteniendo con ellos una relación de respeto y amistad”.

Pero el respeto, subrayó, no puede convertirse en una alfombra bajo la cual se oculten excesos ni una venda que anule la crítica constructiva. 

“Tolerancia no es permisividad. Respeto no es sumisión ideológica”, advirtió con tono sereno pero firme, como quien no teme al ruido de las etiquetas cuando defiende principios.

En un mundo donde los límites parecen derretirse bajo el sol de lo políticamente correcto, Rosario trazó una línea clara: los niños primero y su formación moral nadie la debe torcer. 

“La protección de los menores debe estar por encima de cualquier agenda política mundial o moda cultural”, sentenció. 

Añadió: “¿Por qué una pareja, sea homosexual o heterosexual,  debe estarse besando apasionadamente o sobándose frente a niños en un parque o un tren público? Eso no es apertura, es desvergüenza”.

Con una mezcla de lirismo y rigor, el autor de “Restos de Corazones”, “Amores que Matan”, “Al Otro Lado” y “Mi Mejor Historia” reiteró que no habla con odio ni desde la ignorancia, sino desde una preocupación legítima por el rumbo moral de la sociedad. 

“No tengo problema con la libertad individual, pero sí con los excesos que vulneran la moral básica y el sentido común”.

Finalmente, Rosario dejó en claro que su voz no es la de un censor, sino la de un vigía moral, atento a lo que él define como “una peligrosa distorsión de la palabra ‘inclusión’”.

“Basta ya de confundir derechos con privilegios y de silenciar al que piensa distinto con etiquetas absurdas”, concluyó.

En tiempos de confusión ideológica y discursos binarios, sus palabras abren un nuevo capítulo en el debate sobre diversidad, límites y niñez.