Delincuentes asaltan a dos obreras de Tabacalera La Palma, en Haina, Tamboril
TAMBORIL, R.D-. La madrugada del jueves, el pánico se vistió de plomo y despojo en Haina, en este municipio, cuando las obreras María Magdalena Pichardo (Mary) y Laura García López, fueron atracadas por delincuentes, a punta de Pistola.
Dos individuos, como sombras de la noche, a bordo de una motocicleta y armados con una pistola, irrumpieron en su rutina y las encañonaron sin piedad, amenazando con matar a las indefensas mujeres.
"Esto es un atraco, Entréguenos todo lo que tienen", fue la sentencia que resonó como un eco de amenaza, mientras los corazones de las víctimas latían al ritmo frenético del terror.
Mil 300 pesos fue el precio de su tranquilidad, arrebatados por las manos ávidas de quienes convierten el sudor ajeno en su botín.
El acto, tan fugaz como un relámpago, quedó inmortalizado en las cámaras de vigilancia de un local cercano, como un testimonio silente de una injusticia cotidiana.
Impotentes, las víctimas, con lágrimas que hablaban más que sus palabras, claman a las autoridades mayor vigilancia en Haina y otras comunidades de Tamboril.
Sin embargo, mientras el miedo se pasea libre por las calles, los agentes policiales, guardianes de la ley, se enredan en prácticas cuestionables, dedicados a cobrar peajes ilegales a conductores en retenes improvisados y a puntos de comercios ilícitos de estupefacientes.
El clamor de las víctimas se mezcla con el de una sociedad que se siente huérfana de protección, esperando que algún día la justicia recupere su voz.
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