La Dirección Provincial de Cultura de Dajabón califica Concierto de diputado como un Grito a la Inmoralidad

CODIGO 32

DAJABON, REP. DOM.-  En una declaración que resuena como un eco en las paredes de la moralidad colectiva, Témpora Morel, representante de la Dirección Provincial de Cultura, condenó enérgicamente el patrocinio del diputado Toni Bengoa a un concierto que, más que celebrar la cultura, se convirtió en una ofensa a las buenas costumbres de esta localidad. 

La protesta de la funcionaria del Ministero de Cultura se alza  por la elección del bachatero, Miguel "El Artista", conocido por sus letras provocadoras, con lenguaje soez y mensaje morboso  que deja a la juventud de Dajabón.

La misiva de Morel es un llamado a la reflexión: “Honramos a nuestro patrón con actos de cultura, no con frases impúdicas que ofenden el alma”, declaró, mientras denunciaba que, en el escenario, se escucharon letras que no solo dañan la reputación cultural de la provincia, sino que, como sombras al atardecer, empañan la pureza de los jóvenes presentes, entre ellos las reinas y princesas, que representan el orgullo de la comunidad.

“¿Dónde está el patrón cultural que estamos proyectando?” se pregunta Morel con el fervor de quien defiende su hogar. En un escenario donde la ética se tambalea, las palabras de la representante se convierten en un faro que guía a la reflexión sobre los antivalores que amenazan con corroer la esencia de la identidad dominicana. “No podemos educar a nuestra sociedad si no abrazamos nuestros principios”, añade, recordando que las fiestas patronales son un legado que debe ser honrado con dignidad.

El eco de las canciones de Miguel resonó en el parque, y mientras algunos coreaban los términos que deberían ser tabú, otros se sumieron en la vergüenza. 

Las familias, que se acercaron a disfrutar de una tradición, se encontraron con un espectáculo que, más que celebrar, sembraba confusión y desánimo en un espacio que debería ser sagrado.

“¿Qué valores estamos sembrando en esta generación?” cuestiona Morel, invitando a una introspección necesaria. 

La honestidad, la lealtad y el respeto a la identidad nacional se convierten en faros que deben guiar la conducta de una sociedad que se siente perdida entre las corrientes de la modernidad.

Al finalizar su declaración, Morel hace un llamado a la unión de la comunidad: “Debemos reencontrarnos con nuestras tradiciones y costumbres, revalorizarlas y transmitirlas a las futuras generaciones. La cultura no se mide solo por lo que se consume, sino por lo que se respeta y se honra.”

La voz de la Dirección Provincial de Cultura no es solo un eco de descontento; es un llamado a la acción, a la reconstrucción de un tejido social que se encuentra desgastado y, sobre todo, es un recordatorio de que las fiestas patronales son más que celebraciones: son el alma de un pueblo que merece ser defendido con fervor y dignidad.