Ricardo Vásquez: Voz, luz y conciencia de Tamboril
Es un comunicador de alma noble, conductor del programa internacional “Ricardo Vásquez Invita” y de “Acontecer Municipal”, por Real TV, su voz se eleva como un río sereno y cristalino que corre firme, llevando verdades, orientando caminos y sembrando conciencia en cada rincón de su comunidad.
Su existencia es una sinfonía de virtudes: padre ejemplar, amigo fiel, líder social incansable y protector de los indefensos y del medio ambiente.
En su andar, nunca ha dejado huellas de sombra, si no de luz y su biografía está escrita con tinta de honradez, sin manchas sociales que empañen su nombre.
En él, la ternura se hizo hábito al amar a los niños con la devoción de quien ve en ellos la semilla del mañana, cuida a los ancianos como quien protege un cofre de memorias y a los animales los abraza con la nobleza de un corazón que no conoce fronteras para la compasión en los seres vivos.
Como hombre sociable, bondadoso y cariñoso, Ricardo Vásquez ha creado lazos que trascienden la amistad para convertirse en hermandad.
Como periodista, ejerce su oficio con la trasparencia de una pluma limpia y con palabra respetuosa, porque entiende que la verdad no se impone a gritos, sino que se siembra con responsabilidad y se cultiva con respeto.
Su compromiso social lo llevó a ser miembro fundador del Club Luz y Progreso de su barrio, el Ensanche Bermúdez de Santiago, institución que nació como lámpara encendida en medio de las necesidades comunitarias, llenando a su comunidad de cultura y deportes.
Allí dejó una estela de huellas positivas imborrables y dejó sembrado en el corazón de su gente parte de su espíritu, convencido de que la grandeza de un hombre se mide en las que deja en los demás.
En su búsqueda de conocimiento, atravesó fronteras y sueños. Estudió Comunicación Social y Periodismo en la Universidad de Nueva York, y su inquietud intelectual lo acercó también a espacios como el Bronx Community College, donde continuó abriendo horizontes de aprendizaje y futuro. Allí también sembró la semilla del bien y del desarrollo cultural al ser parte del club de Los Tamborileños, entidad a la que dignamente representó.
Ricardo Vásquez es, en esencia, hombre de respeto, en cuya voz habita la conciencia de un pueblo, en su sonrisa la ternura de un padre, en su andar la sencillez de un amigo, y en su memoria el legado de un líder que jamás traicionó sus principios.
Si Tamboril tuviera que escoger una metáfora para describirlo, diría que Ricardo Vásquez es como un árbol frondoso que cobija con su sombra al próximo, dando frutos al necesitado , refugio al perdido y raíces sabias y firmes a quienes buscan esperanza.
Excelente
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