Aspiración de Raquel Peña cambia el ajedrez político del PRM

CODIGO-32-SIPRED

Por Rey Arturo Taveras 

La vicepresidente de la República, Raquel Peña Rodríguez, ha puesto sabor a la competencia por la candidatura presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), al revelar en Santiago que aspira subir las escalinatas del Palacio Nacional como primera mandataria de la nación.

En el tablero político dominicano, la decisión de Peña Rodríguez de aspirar a la presidencia de la República no es un simple movimiento, sino una jugada maestra que podría redefinir el ajedrez interno del PRM. 

Como un peón que avanza con determinación hacia la última fila del tablero, Peña sueña con convertirse en reina, un título que ninguna mujer ha logrado en el país y que no se otorga por simple deseo, sino que se gana en el campo de batalla electoral.

Desde que el presidente Luis Abinader anunció que no buscará un tercer mandato, las piezas comenzaron a moverse con rapidez en el PRM.

La vicepresidenta, una figura de confianza del mandatario y representante del sector industrial, ha decidido entrar al juego con la ventaja de ser la favorita del círculo presidencial y del sector empresarial, al cual pertenece. 

Pero en este torneo, no basta con el respaldo del rey, hay otras piezas dispuestas a disputar el centro del tablero: las estructuras partidarias donde encontrará de frente a otra mujer que aspira a ser reina con el apoyo de la falange de un poderoso ex-rey. 

En la otra esquina, con un linaje político de peso, se encuentra Carolina Mejía, alcaldesa del Distrito Nacional e hija del expresidente Hipólito Mejía. 

Si Peña representa la continuidad de Abinader, Carolina es el estandarte de la facción hipolitista, que controla gran parte de la maquinaria política del PRM, bajo la dirección de su padre, el guapo de Gurabo. 

Así, el partido oficialista se encuentra en una encrucijada: seguir la línea empresarial de Abinader o regresar a las raíces populares de Mejía.

Pero la contienda interna no será un simple duelo entre dos figuras femeninas de peso. 

Otros contendores  se preparan para la carrera, entre ellos el ministro de Turismo, David Collado; el director del INAPA, Weligton Arnaud; el director de Aduanas, Eduardo Sanz Lovatón; el estratega político Tony Peña Guaba y el siempre polémico Guido Gómez Mazara. 

Aunque se cree que, con la excepción de David Collado, al final los demás aspirantes endosarían sus fuerzas a Raquel o Carolina y, entonces, dos mujeres debatirán al final, por primera vez en la historia dominicana, la candidatura presidencial de un partido. 

La pregunta es: ¿logrará Raquel Peña imponerse en este tablero de poder? ¿O será capturada por las fuerzas de Mejía y su hija antes de llegar a la última fila? 

Lo cierto es que su decisión ha sacudido el panorama político como un huracán en alta mar. 

Ahora, los vientos de la contienda interna del PRM soplan con más fuerza, y solo el tiempo dirá quién llegará a la orilla con la bandera de la victoria en alto.

La partida ha comenzado y en política, como en el ajedrez, cada movimiento cuenta.