Tras más de dos décadas de espera, el hospital de Tamboril renace bajo la mirada del presidente Abinader

CODIGO 32

¡Por fin, la esperanza se hace realidad en Tamboril!

Por Rey Arturo Taveras 

TAMABORIL, R.D -.Una exclamación de júbilo brotó de labios de una mujer cuando, al ver que  tras más de veinte años de promesas, los vientos de cambio soplaron con fuerza en este municipio, el pasado sábado, con la entrega de un hospital moderno y equipado con tecnologías de punta que  encendió la llama de la esperanza, gracias al compromiso del gobierno central.

Bajo un cielo cubierto de nubes grises, amenazando con descargar su llanto de alegría, y con la imponente serranía como telón de fondo, el presidente Luis Abinader cortó la cinta que simbolizó el renacimiento del Hospital Municipal de Tamboril Doctor Jorge Armando Martínez (Ico). Más que una inauguración, fue un acto de renovación y confianza para una comunidad que había esperado tanto tiempo este momento.

El hospital, remozado y ampliado, se erige ahora como una promesa cumplida, con la solidez de un sueño finalmente realizado. Su renovada área de Emergencia, diseñada para atender las necesidades de más de 57 mil  personas, es el reflejo tangible del esfuerzo conjunto entre el gobierno y las autoridades locales, que lucharon por dotar a la comunidad de un centro de salud digno.

Durante la ceremonia, Mario Lama, director del Servicio Nacional de Salud (SNS), tomó la palabra con evidente orgullo: “Con este hospital, sumamos seis centros remozados en la región Norcentral, impactando a toda la provincia de Santiago”. Sus palabras no se quedaron en la retórica, sino que fueron acompañadas de hechos: RD 289 millones en equipos médicos destinados a más de 20 hospitales en la región son prueba irrefutable del compromiso del gobierno con la salud pública.

La remodelación del Hospital Municipal Dr. Jorge Armando Martínez supuso una inversión de RD 143.6 millones, que no solo modernizó la infraestructura eléctrica, sino que renovó áreas fundamentales como el laboratorio, el internamiento, el quirófano y la sala neonatal. 

Además, la ampliación de la Emergencia trae consigo espacios modernos y especializados, como las nuevas salas de nebulización, tiraje y observación. En cada muro pintado, en cada rincón modernizado, late la esperanza de una atención médica más humana y eficiente.

"Este hospital es un baluarte de salud en nuestra comunidad", declaró emocionado el doctor Bolívar Quezada, director del centro. “Aquí ofrecemos servicios de pediatría, ginecología, obstetricia, odontología, laboratorios y diagnóstico por imágenes, disponibles las 24 horas del día”. Sus palabras resonaron como un compromiso compartido con todo el personal de salud, que ahora tiene las herramientas necesarias para enfrentar cualquier desafío.

En tanto que el doctor Bolivar Quezada, director del hospital,  no escatimó en agradecimientos al presidente Abinader y al Consejo Nacional de Salud (CNS), subrayando el esfuerzo sostenido por mejorar un sistema de salud que, durante mucho tiempo, fue ineficaz y desigual. “Tanto el presidente Luis Abinader como el CNS han demostrado que la salud del pueblo es una prioridad para este gobierno, garantizando que las comunidades más vulnerables reciban la atención que merecen”, afirmó con determinación.

La transformación del Hospital Municipal Dr. Jorge Armando Martínez es solo un paso más en esa marcha firme y decidida hacia un país donde la salud sea un derecho y no un privilegio.

El presidente, rodeado de aplausos y rostros esperanzados, dejó claro que la salud en la República Dominicana no es una promesa vacía, sino una realidad que se construye cada día.

 “La salud en cada rincón de nuestra patria no es un sueño, es una promesa cumplida. Seguiremos trabajando para que cada dominicano reciba la atención que merece,” proclamó con una voz que resonó como un eco de esperanza en cada rincón de Tamboril.

¡La salud avanza con pasos firmes! Ese fue el lema que quedó grabado en la mente y el corazón de todos los que asistieron a la ceremonia. El nuevo hospital se erige ahora como un faro luminoso para la comunidad, un símbolo de un futuro donde la salud es, finalmente, un derecho inalienable para todos.