Padre de estudiante indo-estadounidense, desaparecida en Punta Cana, no descarta haya sido secuestrada o abducida

CODIGO 32

LA ALTAGRACIA, REP. DOM.- El misterio envuelve las arenas de Punta Cana tras  la desaparición de la estudiante indo-estadounidense Sudiksha Konanki, lo que  ha prendido las alarmas, por la ofrma enque se esfumo del hotel donde se encontreaba alojada, junto a varias amigas.

Sobre la extrana desaparicion de  Sudiksha Konanki se han tejido multiples especualaciones y falsas teroria, pero su papadre no descarta la posibilidad de que haya sido secuestrada o abducida.

Las olas de Punta Cana, que suelen ser testigos de amores fugaces y risas de turistas, hoy guardan un silencio sepulcral, donde el mar se ha desbordado  de conjesturas, las que han llenado las redes sociales. 

El viento marino, que antes acariciaba despreocupadamente las costas, susurra con inquietud el nombre de Sudiksha Konanki, cuya desaparición ha tejido una trama digna de novela de misterio.

El padre de Sudiksha, Subbarayudu Konanki, se aferra a la esperanza de encontrarrla con vida como un náufrago aferradon a  un madero en alta mar. 

Para él, la idea de que su hija simplemente se haya ahogado es tan absurda como un sol que se niega a salir en el horizonte. "Algo más debió pasar", insiste con la mirada perdida en un abismo de incertidumbre y no descarta  el secuestro o la abduccion. .

Sudiksha, una estudiante de la Universidad de Pittsburgh de apenas 20 años, llegó al paraíso tropical el 3 de marzo, junto a cinco amigas, en busca del descanso primaveral que merecen los jóvenes universitarios. 

Sin embargo, lo que comenzó como un viaje de ensueño se convirtió en una pesadilla de la que nadie despierta. La última imagen de la joven es una sombra captada por las cámaras del Hotel Riu República en la madrugada del 6 de marzo, rodeada de risas, copas y la brisa del Caribe.

Las alarmas se encendieron y, como una tormenta en alta mar, la búsqueda de Sudiksha ha desplegado a más de 300 personas entre efectivos de la Policía Nacional Dominicana, el Ejército, la Marina de Guerra y agencias internacionales como el FBI y la CIA. 

Drones surcan los cielos, perros rastrean las playas y helicópteros vigilan desde las alturas, pero el paradero de la joven sigue siendo un enigma indeleble.

Joshua Steven Ribe, un turista estadounidense, ha emergido como la última persona en haber tenido contacto con Sudiksha. 

Las autoridades han puesto la lupa sobre su testimonio, pues cada palabra que pronuncia podría ser la pieza faltante del rompecabezas.

Mientras tanto, en Loudoun, Virginia, la familia Konanki aguarda con el alma en vilo. Los días se han convertido en interminables noches de insomnio y desesperanza. 

Sudiksha, descrita por su padre como "una estrella en ascenso", es recordada por su comunidad como un ejemplo de perseverancia y nobleza.

Las investigaciones continúan, pero el misterio persiste, flotando en el aire como un susurro entre las olas. El Caribe, que ha sido testigo de amores, traiciones y secretos, es ahora el guardián de una historia que el mundo entero espera ver resuelta.

¿Se trata de un desafortunado accidente, o hay fuerzas ocultas jugando un macabro ajedrez con el destino de Sudiksha Konanki? El tiempo, como juez implacable, dictará su veredicto.