Magdaleno Bonilla, un embajador Internacional del Cigarro Dominicano

CODIGO-32-SIPRED
Por Rey Arturo Taveras 

En un mundo donde las huellas de los grandes artistas son a menudo efímeras, el periodista Tamborileño Magdaleno Bonilla se erige como una figura que ha dejado una marca imborrable en la industria del tabaco, ante los ojos del mundo. 

Su nombre resuena en ferias internacionales, en convenciones, torneos deportivos,  en coloquios  con jefes de Estado y en el corazón de la cultura cigarrera global. 

Con más de 30 años de experiencia en la confección de cigarros dominicanos, Bonilla ha transitado por un camino que parece tejido con hilos de prestigio y dedicación, dejando tras sus viajes internacionales una cortina de orgullo y privilegio  por la que transita su pueblo, Tamboril.

Bonilla, un hombre cuya vida es una sinfonía de tabaco y destreza, se ha convertido en el embajador internacional de la marca país del cigarro dominicano. 

Sus visitas a las ferias más destacadas y eventos culturales alrededor del planeta no solo son viajes, sino travesías que llevan consigo la esencia misma de la República Dominicana, impregnada en el arona de la hoja de tabaco. 

En cada parada fuera de su patria, su presencia es una promesa de calidad, aroma  y tradición, un recordatorio de que el arte del tabaco dominicano  es una herencia que se debe preservar y celebrar.

Su vínculo con la prestigiosa empresa "La Aurora", propiedad de la familia León Jiménez, no es solo una relación laboral; es una alianza forjada en la pasión por el tabaco, la confianza,  la lealtad, compromiso y responsabilidad. 

Durante más de 26 años, Bonilla ha sido el artesano detrás de los cigarros que adornan las mesas de los más finos fumadores y que encienden el orgullo nacional en cada calada en países de los cinco continentes del planeta. 

Su habilidad para crear puros no es un mero oficio, sino una forma de arte que ha llevado la marca país a nuevos horizontes, desde el bullicio de las ferias en Qatar hasta el esplendor de FITUR  en España y a los más encumbrados escenarios parisinos.

Pero el arte de Bonilla no se limita a la elaboración de cigarros. Su formación como licenciado en Comunicación Social y su experiencia como productor de televisión durante más de 15 años añaden una capa de sofisticación a su perfil social. 

En cada evento en que exhibe su arte para fabricar puros de calidad representa la rica cultura cigarrera de su natal Tamboril. Su presencia en estos eventos es como una danza en la que cada paso y cada giro reflejan la maestría adquirida a lo largo de su carrera, aprendida en las fábricas cigarreras.

Nacido en Nigua, distrito municipal de Canca la Piedra,  un rincón lleno de historia y tradición del cultivo de tabaco, Bonilla ha llevado consigo la esencia y la miel de la aromática hoja,  desde  su tierra natal, a los rincones más lejanos del mundo. 

En cada exhibición de elaboración de cigarros, su arte es una ventana abierta a la cultura dominicana, un puente entre Tamboril y el resto del mundo. Así, su trabajo enriquece el panorama internacional del tabaco y sirve como un testimonio del legado cultural que representa.

Más que un embajador del cigarro dominicano, Magdaleno Bonilla es un maestro consagrado en el arte de la confección de un producto milenario que es herencia taína, cuya obra ha traspasado fronteras. Es un artista cuyas creaciones llevan consigo la calidez y la riqueza de la República Dominicana, envuelta en el placer de la fumada de cada puro. 

Los cigarros que modela, en las  ferias y otros eventos en  que participa, el periodista Bonilla deja una estela de excelencia y orgullo, un verdadero legado de la tradición y el arte del artesano del tabaco de la patria de Duarte, Sánchez, Mella y Gregorio Luperón .













 

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