Dilincuentes cibernéticos usan la figura de la ´´conciliación´´ para reincidir

CODIGO 32
Por Elba García
(Abogada y comunicadora)

Figura de conciliación es un arma del delincuente para apoyarse en la impunidad y caer en la reincidencia del delito cibernético

La multiplicidad de variantes que presenta la delincuencia convierten el problema en mucho más complejo y en la medida de que el sistema judicial no presenta soluciones eficientes al mismo este se agiganta y se vuelve incontrolable en el que termina incluso involucrado aquel que la ley establece que debe combatir el mal.

En los últimos años han sido sometidas a la justicia 2,234 personas, nacionales y extranjeros, por clonación de tarjetas de crédito y robo de identidad, cuya última modalidad usada para sacar dinero de cuentas a través de páginas de Internet falsas, constituyó el 72.7 por ciento de los casos.
Este problema se ha convertido en un gran reto para una Policía Nacional que muchos de sus miembros se hacen cómplices de los que cometen el delito y en contra de las víctimas, lo que hace más difícil que la investigación y el proceso legal al respecto arroje resultados positivos.

De acuerdo a las estadísticas en la República Dominicana prácticamente no ha existido una persecución de esos delitos por parte de la justicia, sobre todo porque en el 97 por ciento de los casos se producía una negociación entre las víctimas y los victimarios, incluyendo los bancos, con lo cual de alguna manera se promueve el mal.

No fue hasta el mes de febrero del año 2013 cuando se crea la Procuraduría Especializada de Delitos de Alta Tecnología, lo que demuestra que es muy poca la experiencia que tiene el país para combatir el crimen de este tipo y que prácticamente no existía persecución penal en contra del delincuente cibernético.

La Procuraduría Especializada de Alta Tecnología sólo había traducido a la justicia en los últimos ocho meses 1,850 personas, quienes podrían ser condenados hasta diez años de prisión, pero generalmente el proceso termina cuando se produce una conciliación entre las víctimas y los victimarios.

Esto explica una de las debilidades del Código Procesal Penal en virtud de que consigna la figura de la conciliación, la cual se convierte en un elemento promotor de la impunidad, porque se supone que cuando se produce un delito de este tipo el mismo desde que se presenta la querella o la denuncia debe tomar un carácter público que implique la no detención del proceso independiente de que los afectados no tengan interés de seguir con el caso.