CODIGO 32
Hacía años que venía anunciándose, pero ahora una
empresa de seguridad y defensa aportó finalmente detalles del tanque de
guerra híbrido-eléctrico que ya estaría poniendo a prueba el ejército
estadounidense.
La firma de seguridad BAE Systems detalló que el
nuevo tanque es entre un 10% y un 20% más eficiente en el uso de
combustible y más rápido que los carros de combate convencionales
impulsados por diesel.
El vehículo pesará 63 toneladas, podrá transportar a 12 soldados y
pasará a formar parte del programa de sistemas de combate del futuro que
impulsa Estados Unidos.
Motor híbrido-eléctrico
El nuevo Vehículo de Combate por Tierra (GCV en
sus siglas en inglés) dispondrá de un motor diesel generador de
electricidad incorporado a un tanque más ligero de lo habitual.
Será mucho más eficiente, ágil y tendrá más
fuerza de aceleración gracias a su sistema eléctrico, que permitirá
también la integración de nuevas tecnologías.
La idea también es que el tanque pueda utilizarse como una especie de generador eléctrico en los campamentos militares.
Otra ventaja, aseguran, es que será mucho más
silencioso que los tanques propulsados con gasolina, lo que lo haría
idóneo en maniobras tácticas.
Además, tendrá una durabilidad de 30 y 40 años, y
su tecnología, dicen, hace que sea adaptable a desarrollos futuros que
permitan aumentar su eficiencia.
El precio todavía no está fijado, pero algunos
analistas auguran que será de unos US$12 o US$17 millones por vehículo,
casi el doble o el cuádruple de lo que cuestan los actuales tanques.
En caso de adoptarse finalmente, estos
reemplazarían a los vehículos Stryker o los Bradley que emplea el
ejército estadounidense.
Ahorro estratégico
Disponer de vehículos eficientes a nivel energético es estratégicamente importante para el ejército de Estados Unidos.
Los costos del combustible son considerables.
Pero en conflictos como el que se llevó a cabo en Afganistán y Irak
contar con fuentes de energía alternativas es también una cuestión de
vida o muerte.
Según declaró en 2012 el general de brigada
retirado Steve Anderson, que sirvió como jefe logístico en Irak, cerca
de 1.000 soldados murieron en Irak y Afganistán mientras transportaban
combustible.
Anderson también estimó que el departamento de
Defensa se había gastado en la guerra en Irak unos US$20.000 millones en
tiendas y estructuras móviles de los campamentos, dinero que en su
mayoría se destinó al combustible necesario para enfríar y calentar las
tiendas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios de los lectores no deben ser ofensivos a personas e instituciones, de lo contrario nos revervamos el derecho de eliminar su publicación o no