Tamboril también muere un poco cuando se pierde a un joven que apenas se abría a la vida. 15 primaveras rotas una injusta noche son un premio absurdo a la guadaña...Como el poeta, no perdono a la muerte enamorada. No perdono a la vida desatenta. (Sirvan estas letras para dar mis sentidas condolencias al apreciado profesor Alcides Ventura -padre del joven Albert, muerto hoy tras un imperdonable descuido de la vida-)
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