Tamboril despide con tristeza a su filántropo eterno: Rafael Antonio Caraballo (Baby)
CODIGO32-SIPRED Por Rey Arturo Taveras Por un instante, el municipio entero pareció detener el pulso. Tamboril amaneció cubierto por un velo de nostalgia, como si el viento se negara a avanzar sin antes despedir a uno de sus hijos más nobles. TAMBORIL, R.D.- Rafael Antonio Caraballo, el siempre recordado Don Baby, fue sepultado en el cementerio municipal entre lágrimas, abrazos temblorosos y un sentimiento de orfandad colectiva. La parroquia San Rafael, convertida en santuario íntimo, acogió a empresarios, políticos, intelectuales y a la gente sencilla que él tanto amó, todos reunidos bajo la voz serena del sacerdote Javier Báez. Allí, donde las campanas resonaron con un sonido más triste que de costumbre, el pueblo le ofreció su último adiós espiritual. Baby era bondad convertida en costumbre, desprendimiento hecho oficio, generosidad que no pedía escenario. Vivía con esa sonrisa franca, mitad timidez, mitad grandeza, que distingue a los espíritu...