Funeral del Papa profanado por mandatarios

CODIGO-32-SIPRED Por Rey Arturo Taveras Mientras en la Plaza de San Pedro el incienso subía como plegaria muda al cielo, en la tierra santa se desarrollaba una misa de intereses del poder con encuentros de mandatarios. La muerte del Papa Francisco, que debía ser un momento de recogimiento mundial, fue asaltada por el instinto de los poderosos de reunirse, tantearse, medir fuerzas incluso sobre la tumba aún fresca del sumo pontífice. Entre salmos y responsos, los mandatarios no pudieron resistir la tentación de hacer política con la diplomacia y la solemnidad del momento. Donald Trump, con su habitual intento de sonrisa ocasional, estrechó la mano de Luís Abinader, presidente de República Dominicana, en un encuentro breve, pero qué pasó de los apretones de manos al diálogo. Se saludaron, charlaron animadamente, se fotografiaron como si el cuerpo tendido del Papa fuera la decoración de una obra más grande: la de los políticos mundiales que acudieron al último adiós...