Murió a los 100 años Silvestre Antonio Sánchez, padre del educador y concejal Rafael Sánchez
Por Rey Arturo Taveras
Don Silvestre, padre de Rafael Sánchez, educador y Concejal del PLD en Canca La Piedra, fue un roble que sembró valores y cosechó legado.
CANCA LA PIEDRA, R.D.- La madrugada de este jueves se apagó la luz centenaria de Silvestre Antonio Sánchez, patriarca de una estirpe forjada en la tierra y en la fe, cuyo ejemplo aún respira en cada surco del barrio Como Divino Niño, antigua “La Alcancía”, donde vivió y donde son velados sus restos.
De su unión con la señora Demetria Polanco, mujer de manos fértiles por el trabajo y corazón amplio por la entrega, nacieron hijos que son reflejo del temple de ambos: Rafael Filomeno, concejal del PLD, maestro y líder social; Magdalena (Felicia), catequista eterna y centinela del Divino Niño; Ramona, Mercedes y Arsenio, portadores del sello familiar donde el deber es herencia y el amor al prójimo, una costumbre cotidiana.
A los cien años, don Silvestre entregó su último aliento tras enfrentar, con dignidad serena, los achaques que llegan como campanas del tiempo cuando la vida ya ha dado más de lo que recibe.
Su centuria fue testigo del sudor que alimenta cosechas, de las oraciones al amanecer y del consejo noble al caer la tarde.
Fue un hombre de pueblo, de machete justo y palabra medida, cuya vida fue una misa de trabajo y un evangelio de humildad.
La comunidad lo despide con respeto y lágrimas mansas, sabiendo que ha partido un roble, pero queda el bosque de amor y trabajo que plantó en su comunidad.
Descanse en paz don Silvestre Antonio Sánchez, cuyo legado seguirá latiendo en las aulas donde enseña su hijo, en los caminos donde camina la fe de Felicia, y en la conciencia de un pueblo que no olvida a sus hombres buenos.
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