DESDE LOS LADRILLOS
POR RAMÓN MARTÍNEZ
rmhalcon@gmail.com
NEW YORK.– Aunque no
debiera ser así, la reelección presidencial
en República Dominicana casi siempre termina en un desgaste total del
presidente, del partido, sus principales líderes muy cuestionados y para
completar en un desenfrenado despilfarro de los recursos del estado que da
rabia a las personas o sectores que condenan todo tipo de acción que desemboque
en corrupción.–
Señalar líderes,
cúpula o partido está de sobra.– En
países como Dominicana la reelección debiera ser lograda a lo hecho en el primer
período de administración del que busca retener el poder, o en base a programas
a futuro que beneficien al votante e influyan a la mejoría o desarrollo de
todos los sectores.–
Pero no es así, en su afán de seguir en el poder, el
aspirante y los partidos promueven un sin número de serie de ilegales actividades que incluyen “alianzas
electorales impensables“ desvíos de los fondos públicos de un lado a otro y
hasta de “supuesta de compra de votos u opositores”.–
En la búsqueda de reelección presidencial en República
Dominicana nos han enseñado que todo se vale,
sin sopesar que a quien se le hace daño es al posible desarrollo de un
país que …… es rico en todo.–
Se supone que un segundo período –SOLO– debe servir para
enderezar lo malo que hace su gobierno, completar lo bueno que se está haciendo
y más aún iniciar trabajos puntuales de desarrollo en áreas que necesitan de la mano del
gobierno.–
En los últimos 58 años y, el amplio sentido de la palabra
eso no se ha dado.– En la mayoría de las veces la reelección ha permitido el
fomento de acciones inmorales, diabluras de ciertos líderes o el
enriquecimiento ilícitos de muchos de nuestros políticos.–
Quizás en el tiempo
de Luis Rodolfo Abinader Corona, ocurra
igual o peor accionar.– Nos conocemos.– En la mayoría de los políticos está la
idea de acumular mucha riqueza, exhibir propiedades, más que dejar un legado un
servidor público que llegó al cargo para ejecutar en forma honesta la encomienda
que tiene en sus hombros.–
Pero conociendo a
Luis Abinader, –quien un poco más que los anteriores– se ha preocupado de ir
sacando a algunos de su gestión que han actuado de manera indebida, hay que
seguir soñando de que dentro de sus posibilidades sigan arrancando cabezas al
monstruo que significa la corrupción.
Abinader, no tiene necesidad personal de buscar riquezas a
través de las arcas del estado, sus empresas e inversiones le generan recursos
para vivir como le dé la gana lo que le resta de vida.– En consecuencia, el presidente no debe servir
de soporte para que otros se hagan ricos.– Si lo permite puede ser igual al del
1982.–
El tiene una oportunidad de oro para ser un gran referente
de presidente que estuvo entre los que
más combatió los indebidos actos de sus compañeros de parcela y aliados que
puedan estar en el gobierno.–
Muchos esperan que Abinader, sin miedo estirpe,…
elimine, cualquier “garrapata” que a partir de ahora aparezca en su segundo
mandato.–
En esta última parte todos deben aportar porque si se hacen
con pruebas denuncias que provoquen cancelaciones y sometimiento a la justicia
a los corruptos, gana el país.–
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios de los lectores no deben ser ofensivos a personas e instituciones, de lo contrario nos revervamos el derecho de eliminar su publicación o no