Corrupción, desempleo, bajos salarios, lujos y vicios generan pobreza, violencia y muertes en R.D

CODIGO 32 ESTADO Y SOCIEDAD

 Por Arturo Taveras.

Los gobiernos que ha tenido la República Dominicana tras el derrocamiento  del profesor Juan Bosch, en 1963,  a la fecha han estimulado, junto a los empresarios, la corrupción, los vicios, el desempleo, los bajos salarios y la fantasía lujuriosa del capitalismo, generando pobreza, violencia y muerte, lo que trata de frenar con dificulta el actual presidente Danilo Medina.

Al actual gobierno se le imposibilita  enfrentar  males con profundas raíces en el seno de la sociedad, alimentados con el egoísmo de unos pocos que acumulan riquezas sustentadas por el hambre y la desesperanza que envilece a la mayoría de los dominicanos.

 El desempleo multiplica la delincuencia y los salarios humillantes, las drogas, los juegos de azar, el morbo y las lujurias  del placer la estimulan, provocando la ansiedad que conlleva a buscar dinero de cualquier forma, lo que genera violencia y muertes. 

Danilo Medina y su gobierno hacen ingentes esfuerzos crear fuentes de empleos con la dinamización de la micro y mediana empresa y asa contribuir a paliar la situación de las familias pobres dominicanas que con míseros salarios tienen que alimentar a sus hijos, pagar estudios,  servicios de agua, cable, electricidad, teléfono, transporte, alquiler de vivienda, gastos médicos y medicamentos, vestimentas, entre otros.

Pero la fuerza laborar  en República Dominicana se ha convertido en la mercancía más barata y los obreros trabajan sin protección del Estado ni sindicatos que hagan valer sus derechos,  lo que se comprueba en los parques industriales de zonas francas donde la gran mayoría de obreros trabajan más de ocho horas diarias y  no devenga el sueldo mínimo.

Hay empresas que obligan a los obreros  a realizar trabajos forzados por tres mil, cuatro mil y cinco mil pesos mensuales, dinero que apenas les alcanza para el transporte y lo pocos alimentos sin nutrientes que ingieren durante su jornal como empleados.

Pero la peor decepción la tienen esos pobres obreros cuando al cabo de un tiempo laborando pierden la esperanza del derecho a las prestaciones laborales acumuladas cuando se enteran que se ha producido el sierre de la empresa por ruina o por la fuga de sus propietarios que se marchan al extranjero dejando desamparados a sus empleados.

Aunque el gobierno de Medina trata de enmendar los entuertos cometidos adrede por sus antecesores, incluyendo a su compañero de partido Leonel Fernández, en complicidad con los empresario, la realidad le golpea en la cara porque de la pobreza, la delincuencia, los vicios, l lujos y la desesperanza se sustentan los grandes capitales y con esos males es que se ganan las elecciones para cargos en el gobierno.