CODIGO 32/ POLITICA
SANTIAGO, REP. DOM.-La primera dama, Margarita Cedeño de Fernández, se sentió crecida cuando dijo al país que es el pueblo quien esta pidiendo la reelección de su esposo, Leonel Fernández, como presidente de la República. Ella pensó que al decir eso dio un palo de gallera, pero no fue así porque metió la pata y se le fue el tiro por la culata..
Al externar su juicio, doña Margarita lo hizo en el momento equivocado y ha metido a su esposo en un berenjenal, porque emitió un criterio suyo y lo presentó como si fuera del pueblo, lo que ha provocado la reacción de amplios sectores de la sociedad que desmienten que la mayoría de dominicanos quiera la reelección presidencial.
El verdadero pueblo ha reaccionado diciendo todo lo contrario de lo que ha manifestado la primera dama y le ha dado una respuesta contundente, a través de dirigentes comunitarios, líderes religiosos y políticos y en sondeos hechos por periodistas en las calles del país.
Margarita ha despertado el volcán dormido de los dominicanos que repudian la reelección y de la masa pobre que sufre la crisis económica que afecta al país, porque todo el bienestar es atrapado por un grupo de personas que han creado una dinastía, la que se ha enquistado en el poder como sanguijuela hambrienta.
A partir de lo que dijo la primera dama, casi todos los diarios digitales ha colocado encuestas en su contenido para que los lectores opinen y los resultados son adversos al parecer de la esposa del presidente.-
La contrariedad ha surgido porque ella, la primera dama, manifestó un sentimiento suyo y de los que viven bien al consideró que la nación pide la reelección “porque se quiere desarrollar, quiere seguir el progreso, quiere seguir trillando un buen camino y que ese es el buen camino es el que el presidente Fernández ha creado con modernidad, con justicia, con legalidad, fortalecimiento institucional de este país que amamos”.
Sin embargo, ese pronunciamiento ha desatado los demonios en un pueblo que esta pasando hambre y padeciendo problemas de salud por su pobre poder adquisitivo, el desempleo, la falta de circulante y por los elevados precios de los productos de consumo masivo, las medicinas y los servicios básicos que ofrece el estado a la sociedad.
Lo dicho por doña Margarita sobre la reelección, en vez de hacerle bien al proyecto político de su esposo le hace mal porque ha puesto en el tapete un tema que estaba silenciado: el repudio del pueblo a la reelección presidencial.
El verdadero pueblo ha reaccionado diciendo todo lo contrario de lo que ha manifestado la primera dama y le ha dado una respuesta contundente, a través de dirigentes comunitarios, líderes religiosos y políticos y en sondeos hechos por periodistas en las calles del país.
Margarita ha despertado el volcán dormido de los dominicanos que repudian la reelección y de la masa pobre que sufre la crisis económica que afecta al país, porque todo el bienestar es atrapado por un grupo de personas que han creado una dinastía, la que se ha enquistado en el poder como sanguijuela hambrienta.
A partir de lo que dijo la primera dama, casi todos los diarios digitales ha colocado encuestas en su contenido para que los lectores opinen y los resultados son adversos al parecer de la esposa del presidente.-
La contrariedad ha surgido porque ella, la primera dama, manifestó un sentimiento suyo y de los que viven bien al consideró que la nación pide la reelección “porque se quiere desarrollar, quiere seguir el progreso, quiere seguir trillando un buen camino y que ese es el buen camino es el que el presidente Fernández ha creado con modernidad, con justicia, con legalidad, fortalecimiento institucional de este país que amamos”.
Sin embargo, ese pronunciamiento ha desatado los demonios en un pueblo que esta pasando hambre y padeciendo problemas de salud por su pobre poder adquisitivo, el desempleo, la falta de circulante y por los elevados precios de los productos de consumo masivo, las medicinas y los servicios básicos que ofrece el estado a la sociedad.
Lo dicho por doña Margarita sobre la reelección, en vez de hacerle bien al proyecto político de su esposo le hace mal porque ha puesto en el tapete un tema que estaba silenciado: el repudio del pueblo a la reelección presidencial.
Ella y su esposo se llevan del montaje que les hacen los becerros que maman la teta del Estado al pagarle a grupos de personas para que en los actos públicos pidan a gritos la reelección y hacer creer que ese fantasma es el pueblo que clama la continuidad del mandatario.
Pero no es así, porque el verdadero pueblo venía sufriendo callado y decidió lanzar su grito de enejo cuando la esposan del presidente dijo que los dominicanos quieren al continuidad de la dura situación económica que vive y la angustia que le mata la esperanza de tener una vida mejor.
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