El presidente Abinader puso a Tamboril como ejemplo nacional de producción de cigarros y empleos
Por Rey
Arturo Taveras
SANTO
DOMINGO, R.D. -El presidente Luis Abinader destacó el impacto de la industria
del tabaco y del cigarro en la economía dominicana, y puso como ejemplo
nacional al municipio de Tamboril, resaltando que allí la tasa de desempleo es
de 0 %, un caso único en el país.
El
mandatario hizo estas declaraciones durante su participación en La Semanal con
la Prensa, en presencia del empresario Radhamés Rodríguez, presidente de
Tabacalera El Artista y de ADOCITAB, quien fue invitado de honor junto a otros
productores que han hecho del tabaco un estandarte del orgullo nacional.
El escenario
estuvo cargado de cifras y emociones, donde el jefe de Estado alzó la voz para
confirmar que Tamboril, pueblo conocido como la Capital Mundial del Cigarro y
tierra natal de su padre, representa un símbolo de laboriosidad, dignidad y
desarrollo.
Con su alma
rural y su temple laborioso, Tamboril se ha convertido en el corazón económico
del tabaco dominicano.
En La
Semanal, este municipio se robó la escena y se consolidó como ejemplo del poder
transformador del trabajo digno, cuando se le da el valor que merece.
El tabaco,
que para algunos sigue siendo un vicio, en Tamboril se ha convertido en una
virtud: fuente de empleo, arte convertido en industria, y símbolo de identidad
nacional con impacto global.
El
presidente Abinader no se limitó a informar cifras frías, pintó con palabras el valor
social, económico y cultural del tabaco en Tamboril, en el país y el mundo.
Explicó que
los altos niveles de producción de puros dominicanos son fruto de una industria
fortalecida, con el respaldo del gobierno central y el esfuerzo constante de cientos
de empresarios y miles de artesanos de la aromática hoja.
Según
detalló, más de 122,000 empleos directos, una producción de 8,400 millones de
cigarros al año, exportaciones que superan los 1,340 millones de dólares, y un
10 % del total de lo que el país exporta al mundo, provienen de esta industria
ancestral, viva y pujante.
En Tamboril,
el humo no oculta la pobreza, la disipa, mientras la hoja de tabaco, más que un producto de
aroma internacionalizado, es una bandera de progreso.
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