BANI, REP. DOM.- El poder de las redes sociales ha magnificado la búsqueda de Alexis Villalona, el hombre que golpeó y ultrajó a una mujer en esta ciudad, tras la ocurrencia de un choque vehicular.
Decir que al señor Villalona, no el cantante, “la Policía Nacional lo busca vía satélite, gps, rastreadores informáticos, con patrullas vehiculares y motorizadas en las calles, en moteles, hoteles, viviendas y cuevas”, como hizo público un medio de circulación nacional en Facebook, es algo exagerado y extremista.
La dimensión mediática que se ha dado al caso se contradice con los resultados de la acción policial, porque con una búsqueda tan intensa se puede encontrar hasta “una aguja en un pajar” o un roedor debajo de la tierra.
Desde el jefe de la Policía Nacional, religiosos, periodistas, abogados hasta la propia madre del fugitivo, Doña Porfiria, le han pedido que se entregue sin que se haya consumado tal petición. Es como si Alexis se lo haya tragado la tierra o se haya transfigurado con rostro de mujer.
Resulta ilógico que en un país tan pequeño, tan bien comunicado, con una cultura de denuncia barrial arraigada en el seno de la población y vigilado como República Dominicana no haya sido posible que alguien se tope con Alexis Villalona.
El hombre más buscado en la historia policial Dominicana golpeó en la vía pública a una mujer, llamada Santa Arias, agresión que quedó captada en un vídeo hecho público en redes sociales.
El golpe fue tan contundente que la mujer quedó tendida en el pavimento, inerte como un despojo humano, mientras el hombre emprendió la huida la madrugada del 1 de enero.
Desde entonces se encuentra prófugo de las autoridades.
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