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martes, 21 de agosto de 2018

Alcalde de Tamboril miente y engaña al pueblo con datos falseados en memorias

CODIGO 32

Por  Rey Arturo

El  escritor estadounidense Robert Greene recomienda, en su libro 48 Leyes del Poder,  tener cuidado al intentar impresionar a la gente con palabras, porque a su juicio  “cuanto más diga tanto más vulnerable será y tanto menor control de la situación tendrá". Por eso recomienda envolver con   banalidades los planteamientos que se hagan para que parezcan ideas originales, pero deben ser  planteadas en forma vaga, abierta y enigmática...
...Eso fue lo que hizo el pasado 16 de Agosto el alcalde del municipio de Tamboril al exponer con un discurso vago, vacío y carente de verdades  las  memorias de sus ejecutorias, en lo concerniente al periodo 2017-2018.
Con una majestuosa sala repleta de gente del pueblo, empleados del cabildo, concejales y otros funcionarios municipales, Germosén expuso un discurso con una oratoria pobre, con  mala dicción y palabras entrecortadas como  si fueran masticadas con el objetivo de romper las ideas y dejarlas inconclusas para así ocultar la verdad de un mamotreto administrativo.

A Pesar de la pobreza intelectual del discurso, el edificio del cabildo se estremeció con  los aplausos y vítores de sus acólitos, lacayos y políticos compañeros de su partido , pero los  pocos citadinos  con juicios e ideas claras que allí estuvieron presente guardaron silencio al notar las incongruencias existentes entre  la rendición de cuentas y la realidad.
A juicio del ex alcalde Francisco Alvarez (Juanbo), en su rendición de cuentas el actual ejecutivo municipal  presentó al pueblo un presupuesto falseado con ingresos que no corresponden a la verdad y con  obras sobrevaluadas, muchas repetidas y otras que figuran pagas sin estar concluidas.

El también presidente municipal del Partido Revolucionario Moderno (PRM) dijo que las pocas obras que se han construido en Tamboril fueron ejecutadas por el gobierno central y no con recursos del cabildo como quiere hacerle creer al pueblo el actual alcalde.

Otros ciudadanos  como el dirigente político Orlando Felipe entienden que el actual alcalde de Tamboril, perteneciente al oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), engaña al pueblo con demagogia y datos falseados, porque su  discurso de rendición de cuentas no se correspondió a la verdad.

Según denuncia Felipe  en su cuenta de Facebook,  “El Progreso del que habla la alcaldía de Tamboril está representado en  camiones  de bomberos que se quedan a mitad de camino,  por falta de gasoil,  cuando acuden a una emergencia, una biblioteca cerrada, centros deportivos cubiertos por escombros y cayéndose a pedazos, camiones recolectores de basura convertidos en chatarras, caminos vecinales intransitables, entre otros males que afectan a la población”.

Sigue diciendo que al cabildo ‘’le pasa un año y no hace una obra”, por lo que pregunta  a dónde van a parar más de 90 millones de pesos que el cabildo recibe  al año {7.5 millones al mes), por lo que  a su juicio los ciudadanos deben pedirle cuentas al ejecutivo municipal.

Quedó grabado para la historia y difundido en las redes sociales, el citado discurso expuesto por el  alcalde Anyolino Germosén,  quien ha declarado en ocasiones anteriores que  sus líderes e ídolos son dos de los máximos  representantes de la corrupción y la perversidad en la administración pública dominicana: el  expresidente Leonel Fernández y al   extinto caudillo Joaquín Balaguer, al que el citado alcalde le  dijo  "Balaguer Yo quiero ser como tu" en un spot de televisión  para las elecciones  municipales 2006 2010.

Tamboril, otrora pueblo combativo y contestatario ha sido engatusado por los políticos y su inteligencia ha sido obnubilada por la forma cómo se ejerce la política, del modo menos apropiado, y en ocasiones, de la forma más dañina como ocurre en la actualidad con personajes que manejan  el erario público como un negocio suyo y no como un bien del pueblo...

...Sigue diciendo el laureado escritor Robert Greene que " en el clásico contexto político, el poder casi siempre mueve los hilos en un interés propio y centralizado exclusivamente en quien lo ejerce. El poder “emborracha” a unos pocos y hace infelices, en ocasiones, a la mayoría". 
Eso ocurre en Tamboril

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