Locos orientando locos, una patología dominicana

CODIGO32-SIPRED Por Rey Arturo Taveras En la República Dominicana se vive una paradoja peligrosa, en la que psicólogos juegan a ser psiquiatras, orientando a enfermos mentales graves con consejos que no curan ni alivian. “Donde no hay harina, todo es tremolina”, dice el refrán; y en este caso, la harina es la medicina que no llega, porque en lugar de derivar al paciente al especialista competente, lo entretienen con un palabrerío que se evapora en el pensamiento. No se sabe quién está más loco, si el paciente que delira o el psicólogo que lo valida, porque lo que debería ser un espacio de tratamiento, se convierte en un espejo deformado donde la enfermedad se refleja, se normaliza y se cobra. La psicología es útil, necesaria y noble, pero hay males que no se curan con introspección ni con ejercicios de respiración. La esquizofrenia no se calma con metáforas, la bipolaridad no se equilibra con frases bonitas y la depresión mayor no se alivia con un “cree e...