Tus recuerdos viven en el triste silencio de mi soledad

A mi sufrida madre: Paula B. Polanco G.
Por Arturo Taveras
Miami, Florida (27 de Octubre del 2014)
La oscuridad profunda de sus ojos reflejan una luz que poco a poco se apaga.
Están plasmadas en su rostro las marcas del golpeo sistemático de la vida.
Mi madre sufrida carece de recuerdos y padece el dolor de no saber nada.
El calvario del encierro mental lo transmite con angustiosa, balbuseantes,
En la soledad de su mundo vive como niña, mi madre abnegada.
El sublime rayo de la luz de sus ojos me da aliento y puedo respirar la alegría
que brota de su alma/
La luz de sus ojos tristes me deja mirarla, introducirme en ella y así poder su angustia calmarla.
La luz de sus ojos tristes me deja mirarla, introducirme en ella y así poder su angustia calmarla.
Siento que navego tan dentro de ella que percibo sus entrañas acariciando mi cuerpo.
En la ancianidad que mi madre vive, sus sueños son de colores.
Su alma vuela en busca de recuerdos perdidos
y sus palabras estrujadas cambian el color de su voz.
Sus sueños se destruyen como tela-araña tejidas por el pensamiento,
se desvanecen en la nada.
Aunque la distancia abismal del espacio y el tiempo nos separe
siento que estoy metido en su alma,
navego en su corazón para bañarlo con las lágrimas
que brotan de mis ojos tristes
al pensar que por ella no he podido hacer nada.
Quiero ser fuerte para guardar sus llantos nocturnos debajo de la almohada de mis sueños,
en la que por las noches descansan mis penas.
Quisiera robarle al sol el poder de la luz
para cambiar por alegria el sufrimiento
en la que por las noches descansan mis penas.
Quisiera robarle al sol el poder de la luz
para cambiar por alegria el sufrimiento
que la hace llorar en su cotidiano vivir,
cuando ríe y llora y su llanto se ahoga en un mar de lágrimas.
cuando ríe y llora y su llanto se ahoga en un mar de lágrimas.
Y yo tan distante sin poder ayudarla.
Una lágrima me dice que ya no puedo seguir así... quiero sacar el mundo de mi bolsillo y regresarlo a su lugar donde ella juega con amigos imaginarios,
gente del pasado muerto.
Ahora el tiempo y la distancia son mis peores enemigos
y como no puedo luchar contra ellos siento que estoy contigo madre amada.
Cuanta alegría brota de mis recuerdos al sentirte a mi lado
durante mis momentos tristes,
que agobian mi vida en esta soledad perdida
al otro lado del océano.
Tú, madre querida, sufre las consecuencias del tormento senil.
Te agobia el cansancio de procrear y cuidar
a una inmensa familia, salida de tus entrañas,
la que viste crecer con paciencia, amor y sacrificio.
Déjame guiarte por la senda de mi camino
hacia la paz muerta del lejano destino,
Déjame mostrarte mi mundo con amor y valor,
porque aunque nunca pueda curar el dolor que sufriste
al traerme al mundo con amor,
te ofrezco mi comprensión y mi cariño ,
porque de ti nací y en en ti moriré cuando en el cielo se junten nuestras almas
porque de ti nací y en en ti moriré cuando en el cielo se junten nuestras almas
atrapadas en el reino de Dios cuando se cumplan nuestros destinos.
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