TAMBORIL, REP. DOM.- El fallecimiento del político,
deportista y dirigente comunitario Ramón Rosario (Papito), la madrugada del pasado sábado, dejó un sabor amargo entre sus familiares
y allegados por el padecimiento que lo postró en cama y que le produjo su
muerte a destiempo.
Durante su velatorio y posterior sepelio se
escucharon frases de lamentaciones por el estado de miseria económica en que murió
Papito, quien duró muchos años ligado al
poder municipal, sin disfrutar de las
mieles del poder porque era un enemigo
de la corrupción administrativa.
Papito Rosario fue parte de una generación de
políticos que en Tamboril tuvo como tesón su entrega a los trabajos sociales, a
los deportes y al servicio comunitario, sin pedir nada a cambio. A diferencia
de los millonarios que dan lo que les sobra, Papito regalaba lo poco que tenia.
Durante su juventud formó parte del equipo
de béisbol amateur del municipio, en donde se inició como recoge bate y terminó
como dirigente máximo y fiel defensor de
la existencia del mismo.
Participó, respaldó y defendió la Liga de Softbol "Los
Veteranos", de la que manifestaba era un buen espacio para compartir y
tener el cuerpo en forma.
En política fue un reformista consumado, seguidor del fenecido ex presidente Joaquín
Balaguer y defendía las ejecutorias de su gobierno a capa y espada.
Como regidor apoyó todos los proyectos que
entendía beneficiaba a las comunidades y las entidades progresistas del
municipio, sin pedir nada a cambio.
Por su vida social, hombre afable y buen
amigo, cientos de tamborilenos fueron a despedirlo a su última morada en el
cementerio del municipio de Tamboril, donde las lágrimas tristes de sus seres
queridos bañaron el féretro en que fue sepultado.
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