Ladrón de chivos cae en su propio corral de travesuras
HATO DEL MEDIO.- El ingenio criollo, que suele encontrar caminos hasta en los matorrales, le jugó una mala pasada a un supuesto ladrón de chivos que mantenía en vela a un ganadero de Hato del Medio, en la Línea Noroeste.
El hombre, sorprendido con las manos en la lana y los cascos de los borregos todavía tibios, no tuvo más remedio que cantar como un gallo su travesura en un improvisado “interrogatorio de patio”, donde las cabras fungieron de fiscales y los machetes de jueces.
Con voz temblorosa, lloroso y olor a humo de fogón, confesó que solo robó cuatro animales y que había vendido la libra de carne a 150 pesos, precio que según él era “una ganga de mercado”.
La transacción, relató con desparpajo, se hizo sin facturas ni recibos, bajo la sombra de un almendro y con testigos invisibles que sólo el monte conoce.
El ganadero, que ya tenía los nervios como cuerdas de guitarra, respiró hondo al ver al bandolero de chivos desenmascarado.
“Dios tarda, pero no olvida”, murmuró, mientras el ladrón bajaba la cabeza, como chivo del monte, pidiendo perdón.
La comunidad, entre risas y refranes, comentó que “quien a hierro mata, a chivo muere”, y que el destino del acusado ahora será peor que el de los mismos animales que intentó traficar: convertirse en la comidilla de todo el pueblo.
Comentarios
Publicar un comentario
Los comentarios de los lectores no deben ser ofensivos a personas e instituciones, de lo contrario nos revervamos el derecho de eliminar su publicación o no