Salud Dominicana culmina con éxito entrega de útiles escolares a cientos de niños.

CODIGO32-SIPRED

TAMBORIL, R.D. – En las manos pequeñas de los niños de escasos recursos de este municipio, las mochilas recién entregadas por Salud Dominicana, Grupo Corporativo son cofres de ilusiones, llaves que abren puertas a un futuro  luminoso y próspero. 

Como parte de su programa de Responsabilidad Social Corporativa, la aseguradora que preside Johan Rosario llevó a las comunidades e instituciones sociales, religiosas y educativas de Tamboril y zonas cercanas, cientos de mochilas y kits escolares que alivian la carga de las familias. 

Cada mochila fue un pequeño milagro: seis cuadernos que aguardan historias por escribir, lápices que sueñan con convertirse en trazos de ingenio, reglas que prometen enderezar caminos torcidos y crayolas que colorean esperanzas.

La empresa también entregó un moderno proyector al Museo Horacio Vásquez, recibido con entusiasmo por su director, el intelectual y caricaturista José Mercader, quien expresó:

-“Nosotros recibimos este importante aporte con agradecimiento a Johan, que siempre contribuye con causas de su pueblo. Este proyector tendrá muy buen uso.”

Desde sus orígenes, Salud Dominicana ha tejido un compromiso social que trasciende fronteras. 

Tamboril es su raíz, pero sus ramas alcanzan comunidades rurales en México y El Salvador, además de los Estados Unidos, donde también lleva alivio y oportunidades.

Con voz serena, Johan Rosario recordó que el verdadero capital de una empresa no está en sus balances, sino en su impacto humano: 

“Seguiremos con el Fondo Filantrópico, que asiste en reparación de viviendas, salud y bienestar social, pero también apostando a la educación y la cultura. Que nuestros niños no tengan que cargar sus cuadernos en las manos ni verlos arruinarse con la lluvia, nos llena de satisfacción. Al igual que con el aporte al museo, lo que hacemos es invertir en forjar una mejor sociedad.”

Así, entre mochilas que se convierten en alas y un proyector que ilumina la memoria de un pueblo, Salud Dominicana reafirma su condición de empresa moderna, disruptiva y profundamente humana, sembrando no solo seguros, sino certezas de que en medio de la necesidad siempre hay espacio para la solidaridad.