CODIGO 32// POLITICA
TAMBORIL, RE. DOM.-En este municipio ha sido puesta en marcha, a
destiempo, una soterrada y peligrosa campaña
política partidaria que podría crear
divisiones internas en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y hacerlo
perder las elecciones del 2016.
Esa absurda y mal planificada
campaña promueve a destiempo las
supuestas aspiraciones del ex alcalde Francisco Álvarez (Juan Bo), como
candidato a enfrentar en el 2016, en este municipio, al gobernante Partido de la Liberación
Dominicana (PLD).
Si esa campaña fue iniciada por Juan
Bo o por algún sector del PRD en este municipio deberán recordar que en el 2010 los tamborileños no votaron por el
actual alcalde porque lo querían, sino en contra de la administración
perredeísta encabezada por quien ahora llaman el “patrón”.
Quien haya iniciado esa campaña debe recordar que Juan Bo fue satanizado por los
peledeístas durante el proceso electoral
del 2010 y sacado del poder de mala forma, tal como ocurrió con Hipólito Mejía en el 2004, que el PLD
lo llegó a comparar con el diablo y por eso salio del poder.
Al igual que Hipólito Mejía, la figura de Francisco Álvarez podría
recuperarse, pero eso no significa que sea la persona indicada para ganar las
elecciones municipales del 2016, porque la herida dejada por su criticada gestión en gran parte del pueblo es
reciente y el PLD la utilizaría para
derrotarlo de nuevo.
Si Juan Bo inventa volver a postularse para el puesto de alcalde de
Tamboril por el PRD, creará una grave división
en esa organización política, porque para nadie es un secreto que existe un
antagonismo de la familia Álvarez con el diputado Francisco Santos (Nave) y que
otros dirigentes perredeístas también aspiran
a dirigir los destinos del municipio.
Muchos dirigentes del PRD en Tamboril se negarán a trabajar con Juan Bo
en un futuro, por lo que ese partido debe renovarse y dar pasó a los jóvenes para que
de ellos surja un candidato potable y
que en el 2016 pueda enfrentar con éxito al PLD.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios de los lectores no deben ser ofensivos a personas e instituciones, de lo contrario nos revervamos el derecho de eliminar su publicación o no