CODIGO 32
Rey Arturo
MIAMI, FL.- Me asaltó la noticia como inesperada ráfaga de viento helado que recorrió mi cuerpo tras impactar mi corazón, el que latió acelerado e inundó de sangre mi alma y sentí un fuerte frío que me hizo temblar, de pies a cabeza, al tiempo que un sabor amargo invadía mi boca.
No podía creer el titular de la infausta noticia que, al abrir la página web del Listin Diario, se estrellaba de manera violenta contra mis exaltados ojos, los cuales fueron invadidos por un río de lágrimas que salieron silenciosas, rodaron por mis mejillas y cayeron de golpe en la sábana blanca que cubría la cama sobre la cual libraba una lucha feroz contra el insomnio tras una larga jornada de trabajo.
La visión se me nubló luego de leer el encabezado de la noticia ''Muere la periodista Dulce Jiménez, corresponsal de Listín Diario en Moca'' y tras mirar su foto sonriente, colocada sobre aquel doloroso titular cerré los ojos para que las atormentadas neuronas hurgaran en la memoria de mi agitado cerebro los momentos alegres que viví junto a ella y a los demás estudiantes de la carrera de Comunicación Social en las aulas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), en su extensión de Santiago.
Dulce Jimenez era una mujer sencilla, jovial, cariñosa, inteligente, sincera, trabajadora y buena amiga. Sus labios carnosos de mujer mulata siempre emulaban una hermosa sonrisa al hablar y sus grandes ojos como luceros expresaban el carisma que alegraba su vida.
La muerte de la comunicadora se produjo en el Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez de Tavárez (INCART), en la Capital, donde estaba recluida desde el pasado 23 de julio.
Según se informó, la muerte de la periodista, quien era oriunda de San Víctor, provincia Espaillat, se produjo por un edema pulmonar a consecuencia del cáncer que padecía. Deja en la orfandad tres hijos de 21, 16 y 14 años edad .
Con su muerte la comunidad de Moca ha perdido a una gran mujer y el país ve apagarse una estrella de la comunicación social, al tiempo sus hijos, hermanos, amigos y demás familiares pierden a un ser querido, una mujer que supo caminar con la frente en alto y trabajar sin descanso para mantenerse con el sudor de su frente.... Paz a sus restos, que Dios acoja su alma y las demás mujeres imiten su arrojo al trabajo y su afán de crecimiento personal.
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