dejando el perfume de tu amor exparcido en la pradera
Aunque haya muerto, tu espíritu luchador
permanecerá vivo en la tierra.
En su reindo, Dios te ha recibido
y en ángel celestial te ha convertido
para desde el infinito tus hijos cuidar.
No fuiste una madre cualquiera,
porque tu amor y tu entrega familiar
no tiene comparación.
Ninguna obra maestra de artistas profanos puede igualar la creación de un niño cuando una madre lo tiene y lo cuida con ternura
Hermosas palabras
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